1. Introducción:
El reto de los nuevos profesionales, pero en especial del comunicador social no debe estar centrado en la actividad laboral dentro de los medios de comunicación masivos, sino también en la exploración de otras áreas que podrían ser utilizadas y aprovechadas en la producción de nuevas formas de comunicación, con esto no queremos decir que debería profundizarse solo el área de comunicación popular y alternativa, además hay que generar propuestas y planteamientos que permitan fortalecer el área de investigación en comunicación.
Luis Ramiro Beltrán reconocido comunicólogo boliviano decía que: “La investigación en comunicación es un mundo poco conocido, donde se ha podido descubrir en ella una pequeña partecita y que esta ansiosa de ser estudiada y profundizada, lista para ser descubierta por los nuevos comunicadores -marinos- del siglo XXI y lo más importante desde una mirada propia ”.
Como plantea Beltrán, la investigación en comunicación es un área reducidamente estudiada, pero dependiendo de la preparación y conciencia del nuevo comunicador –marino– se podrá emprender nuevos rumbos, generando nuevas pautas que promuevan a la ciencia más nueva, la misma busca su consolidación dentro del mundo científico y su reconocimiento en nuestra realidad social.
A continuación le proponemos una compilación de conceptos, datos, documentos, referencias y testimonios que nos permiten un acercamiento a la realidad de la investigación en comunicación en Latinoamérica, en nuestro país y el aporte boliviano a la Teoría de la Comunicación.
2. Desarrollo:
2.1. Orígenes de la palabra Comunicación:
Etimológicamente la palabra comunicación deriva de dos palabras en latín como: “communicatio” la facultad de sentirnos unos a otros y “communis” referido a común/acción, ósea dar a conocer al común del pueblo y generar acción/reacción en la población. De allí que comunicar, significa la transmisión de ideas y pensamientos con el objetivo de ponerlos "en común" con otro, esto supone la utilización de un código de comunicación compartido. Aunque la Iglesia Católica también plantea su propuesta y destaca la palabra comunicación como derivación del termino comunión, porque en el acto comunicativo existe un acto de comunión entre unos y otros.
2.2. Conceptualización:
Muchas teorías han tratado de explicar el origen del lenguaje, en algunos casos se le atribuye origen divino –Dios creo el lenguaje entre los hombres– (teoría tradicionalista), y otros mas progresistas (evolucionistas) nos dicen que el lenguaje surge por instinto fisiológico, el hombre es creador del lenguaje, la descripción del objeto por medio del sonido es aportación de la escuela que logra tarde el lenguaje como fruto de la evaluación.
2.2.1. Concepto de Comunicación:
Según la enciclopedia Espasa de 1932, la comunicación es “un recurso físico para poner en contacto dos cosas; todo aquello que la posibilita tiene que ver con ella”. Como ocurre con muchas otras enciclopedias de la época, no alude a los medios de comunicación, ya que entonces no existía la preocupación por la comunicación que hoy en día tenemos. A esta preocupación hemos llegado a través del desarrollo de la sociedad de masas, que permite que un mensaje sea transmitido por un solo canal y accesible a muchas personas.
Con más de un siglo de antigüedad, este tipo de sociedad surge a finales del siglo XIX y se ha manifestado en todas las actividades humanas. Su origen tiene que ver con procesos sociales tales como la industrialización, la urbanización (éxodo rural) y todos aquellos procesos que vayan ligados a estos.
Además hay que subrayar que dentro de las distintas escuelas la comunicación tienen otras perspectivas como:
a) Escuela Procesal: La Comunicación es la transmisión de información. Es la transmisión de algo (mensaje). Siempre que se transmita un mensaje, existe comunicación.
b) Escuela semiótica: La Comunicación no es exactamente un proceso de transmisión de información, sino un proceso de negociación del sentido de la información. Es decir, compartir un mensaje entre diferentes elementos que interactúen recíprocamente entre sí.
2.2.2. Aproximación a la definición:
“La Comunicación es el proceso por el cual un conjunto de acciones (interaccionadas o no) de un miembro o miembros de un grupo social son percibidas, recibidas e interpretadas significativamente por otro u otros miembros de ese grupo. Es decir, alguien ejerce una acción que otro la interpreta significativamente”.
La Comunicación es algo ineludible para todo ser humano que radica en su origen, con ella se distingue a todo ser racional, pero dentro de la comunicación existe una problemática “la significación”, el ser humano es el ser más capacitado para ello. Las cosas se entienden gracias a la construcción de significados. El signo lingüístico es el más utilizado en la comunicación humana, es el elemento esencial: las palabras.
La comunicación es un tema que esta en discusión, sobre todo en las últimas décadas de este siglo. Ha cambiado y transformado a los cinco continentes definidos también como: "La aldea global" . Por eso a continuación les vamos a sugerir algunos planteamientos a propósito del término.
a) Comunicación Social: Es el manejo de la información/mensaje que es emitida, transmitida y recibida por los individuos que comparten una serie de datos para utilizarlos como factor de comunicación. Pero también podemos distinguir a la comunicación social como aquella área del manejo reciproco del mensaje donde es fundamental la participación colectiva (ciudadana) y donde la democracia se manifiesta a través de la participación activa de la sociedad.
b) La Comunicación Social Como Ciencia: El estudio de la comunicación, se da cuando aparecen los Medios de Comunicación Masiva. La irrupción de los Medios de Comunicación Masiva o Medios de Comunicación Social (MCS), inició una nueva problemática que alentó la configuración del estudio de los MCS como una ciencia independiente.
La posición científica frente al fenómeno de los medios de comunicación social sugiere que su estudio no es abordado desde una sola ciencia, sino que es necesario recurrir al aporte de ciencias auxiliares, en las cuales se da una relación interdisciplinaria, por eso es que se dice que la comunicación transversaliza a otras ciencias.
c) Comunicación e Información: La Comunicación es el proceso en el cual una persona transmite información a los demás y es el resultado de la interacción entre dos o más personas donde el juego democrático se expresa en la reciprocidad de la información. En cambio la información es la transmisión de mensajes donde la unidireccionalidad se manifiesta en su plenitud, cuando sólo uno dirige el mensaje sin respuesta.
2.2.3. Comunicación Humana:
Es aquella relación de intercambio de mensajes que se presenta entre los seres humanos, se distingue por tener diversas formas en su uso según su propio interés y podemos clasificarlas en verbal o no verbal. En la verbal destaca la lengua que esta conformada por una estructura sintética y gramatical. En la no verbal se manifiestan otras formas de comunicación al margen de la voz y el lenguaje, donde intervienen la simbología.
2.2.3.1. Elementos de la comunicación humana:
La comunicación humana es aquella que afecta fundamentalmente a los humanos. La comunicación es la base del comportamiento humano, el espejo de una determinada sociedad. Así, ciertas maneras de comunicación son impensables en sociedades específicas. Dentro de la comunicación, la que más nos interesa es la de masas, que implica medios técnicos para su propagación.
Los elementos participantes en el proceso comunicativo son los siguientes:
El feedback nos ayuda a entender que la comunicación es un proceso continuo. Son los mensajes que envía el receptor al emisor como reacción a lo que ha dicho; indica al emisor el efecto que tiene sobre el receptor. Basándose en el feedback, el emisor puede ajustar los mensajes, reforzando, quitando énfasis o cambiando el contenido o la forma del mensaje. El proceso es circular. No podemos prever cómo va a producirse: cada feedback será interpretado de una manera diferente. La comunicación es un proceso de interacción permanente en el que a cada paso se pueden cambiar las reglas.
La comunicación no se puede deslindar de la evolución de la sociedad y su función principal ha sido la transmisión de conocimientos y su existencia en los valores sociales. La comunicación ha jugado un papel fundamental en la vida de los seres humanos, por lo que siempre ha estado presente en el progreso de la civilización. Si bien, es cierto, la comunicación siempre ha existido; entre los mismos animales existe un sistema de comunicación aún cuando se reduzca a unas cuantas señales y sonidos.
La necesidad del ser humano de comunicarse para satisfacer sus necesidades, lo ha llevado a lo largo de los siglos a buscar varios cauces por medio de los cuales se realice el acto comunicativo (evolución) .
2.2.3.2. Comunicación humana en sus inicios:
Al comienzo la comunicación humana se basaba en sonidos, señales, signos, sobre todo cuando el hombre pasó de ser nómada a sedentario. Muy poco se conoce al elemento más importante de la comunicación, "el lenguaje", mismo que distingue al ser humano de los demás seres vivos de la tierra; esta facultad se ha manifestado de distintos modos y con diversos grados de complejidad.
Si miramos hacia atrás, podemos observar como la comunicación ha sido un factor primordial en el desarrollo de la civilización ya que siempre ha estado presente en el hombre la necesidad de comunicarse, motivo que lo ha llevado a perfeccionar los medios para evolucionar.
La comunicación primitiva ha ido perfeccionado los medios y las formas para llegar a un mejor entendimiento, podemos mencionar desde los sonidos de la naturaleza, los tambores, las señales de humo, los corredores de grandes distancias, los palos anudados, los jeroglíficos, los quipus, etc; hasta la creación de la imprenta por Gutenberg en el siglo XV, seguido a esto, la publicación de la primera enciclopedia (un diccionario razonado de ciencias, artes y oficios), que reunió casi en su totalidad los conocimientos del siglo XVIII.
Llegando a la Revolución Industrial, con el descubrimiento de la electricidad generó como resultado el florecimiento de los más importantes cambios sociales y tecnológicos dando lugar a grandes descubrimientos e inventos, tales como la telegrafía, el teléfono, la radiodifusión, la cinematografía, el perfeccionamiento de la imprenta rotativa y la televisión; arribando así en este progreso a perfeccionar las telecomunicaciones al punto de establecer comunicaciones a través de medios electrónicos, satélites e incluso la utilización de computadoras que entre su gran diversidad de funciones se han convertido en el medio para acceder a la supercarretera de la información y la comunicación.
2.3. Aproximación a la Investigación:
La investigación es un proceso que permite llegar al conocimiento de algo, ésta se origina cuando un sujeto reconoce un problema a través de la observación de la realidad. Además es un proceso dinámico, cambiante y continuo. Este proceso está integrado por una serie de etapas sistematizadas. Todas estas etapas deben ser cumplidas de manera secuencial para darle carácter científico.
“Por sistemática y controlada se entiende que implica el hecho que hay una disciplina constante para hacer una explicación científica y que no se dejan los hechos a la casualidad. Empírica ya que se basa en fenómenos observables de la realidad y crítica porque se juzga de manera objetiva, por tanto no deben existir preferencias personales ni juicios de valor.”
Para lograr esta aproximación del estado actual de la investigación comunicacional se hace indispensable saber qué se entenderá por ésta. Si tomamos en cuenta que la comunicación es un campo interdisciplinario , se le puede dar diferentes enfoques; el concepto que se tenga de investigación en comunicación dependerá del concepto que tengamos de comunicación.
2.3.1. Investigación en Comunicación:
“La investigación de la comunicación es una actividad científica que en base a una perspectiva epistemológica, un cuadro teórico metodológico y una secuencia de tareas racionales y empíricas, estudia y sistematiza los procesos sociales de producción, intercambio y utilización de sentidos o algunas de sus manifestaciones concretas en contextos históricos concretos determinados, con el fin de comprenderlos conceptualmente y hallar soluciones a problemas comprensivos y/o prácticos relevantes ( Torrico; 1997: 28).
Investigar entonces implica tomar una base epistemológica o paradigmática que guiará en todo momento al investigador, ya que le indica qué preguntas plantearse, qué método utilizar y hasta las posibles respuestas que puede obtener, basándose en un conjunto de teorías.
Uno de los métodos mas utilizados para la investigación es el método técnico y el lógico ya que ha decir de Vassallo de Lopes “El polo técnico de una investigación es el momento de la observación, de la relación de los hechos, mientras que el polo teórico es el momento de interpretación y de explicación de esos hechos” Vassallo explica que el método puede ser aplicado en sentido técnico.
2.3.2. Metodología para el estudio de la comunicación:
Hasta los años sesenta, todos los estudios sobre los medios de comunicación son fruto de la sociología. A partir de ahí surgen corrientes bajo el punto de vista crítico que también lo estudia. En este sentido, se desarrollan corrientes interpretativas, críticas con las corrientes funcionalistas-positivistas:
- Lingüística (desarrollo de la semiótica)
- Ciencia política
- Economía política
- Psicología (social)
En esta línea, hablamos de sociología de la información desde 1940 hasta 1960, momento en el que cualquier estudio de los medios de comunicación responde a la teoría de la comunicación. Definición: la teoría de la comunicación es el resultado de los estudios de los medios de comunicación a cargo de las ciencias sociales.
2.3.3. Premisas, objetos y métodos foráneos en la investigación sobre comunicación en América Latina. Por: Luis Ramiro Beltrán
2.3.3.1. La influencia general de los modelos foráneos:
Una de las mayores críticas que se hacen a los estudios sobre comunicación en Latinoamérica son las que se adscriben indiscriminada y pronunciadamente a modelos teóricos importados principalmente de Estados Unidos.
En efecto, una de las conclusiones de la primera reunión general de investigadores en comunicación latinoamericanos fue: «A los investigadores les ha faltado un esquema conceptual propio».
Dos de los esquemas de la investigación en comunicación más importantes de Estados Unidos -la orientación hacia efectos y la orientación hacia las funciones- han sido criticados en Latinoamérica por analistas como Mattelart (1970) y Zires de Janka (1973).
La influencia de la orientación hacia efectos se puede verificar al revisar la literatura latinoamericana pertinente. Por ejemplo, en muchos de los estudios inventariados por Merino Utreras (1974), se puede reconocer rápidamente el clásico paradigma lassswelliano. Al hacer una crítica a la tendencia del modelo de Lasswell a desconocer los factores ideológicos, Assman (1974: 7 y 8) anotó que los «así llamados análisis de contenido, morfología y contenido, opinión pública, público perceptor, etc. predominan». En tanto que la excepción la constituye «el análisis de la situación socioeconómica relacionada con los medios de comunicación y el análisis político-ideológico».
También se ha considerado que el modelo de Lasswell ha «dejado de lado el estudio del comunicador del sistema predominante de comunicación de masas y el objeto de la comunicación» (Zires de Janka,1973: 5). Aquí la implicación es que el modelo dio marcado énfasis al receptor, de manera que la investigación pudiera determinar la forma en que se ejerció efectivamente la persuasión comercial o política sobre aquél.
La fuerte influencia de otro paradigma norteamericano -el modelo clásico de la difusión de innovaciones- también se puede comprobar revisando la literatura sobre investigación latinoamericana relativa a la adopción de tecnología agrícola. Este modelo se ha aplicado ampliamente en México, Costa Rica, Colombia y Brasil.
Lo que más se le critica es que sufre de insensibilidad frente a factores contextuales y socioestructurales de la sociedad. Entre los latinoamericanos que han criticado este modelo se encuentran Parra (1966), Cuellar y Gutiérrez (1971) y Díaz Bordenave (1974). Críticas a su aplicación en los países menos desarrollados provienen de los propios investigadores norteamericanos, tales como Havens (1972), Havens y Adams (1966), Felstehausen (1971), Gruning (1968a, 1968b) y Esman (1974: 70 a 78). Rogers (1969: 380).
La investigación sobre comunicación en Latinoamérica ha estado, y todavía lo está, dominada por modelos conceptuales foráneos más que todo de Estados Unidos de América. Los críticos no han explicado la actitud pasiva e imitativa que se denuncia. ¿Se debe esto a pereza intelectual, a falta de competencia o a ambas? ¿Impide el entrenamiento de muchos investigadores latinoamericanos en Estados Unidos que éstos perciban su diferente realidad? ¿Reside quizá la respuesta en lo relativamente nuevo de la investigación en comunicación en Latinoamérica? ¿O constituyen la falta de imaginación creadora y de audacia, rasgos de una mentalidad conformista y acrítica que se somete, por definición, al colonialismo cultural?
Cualquiera sean las respuestas hay quienes reclaman acción terapéutica, como Díaz Bordenave (1974: 208), que propone: «Debemos vencer esa compulsión mental que tenemos de percibir nuestra propia realidad a través de conceptos e ideologías extraños y aprender a mirar a la comunicación y a la adopción desde una nueva perspectiva».
2.3.3.2. Ceguera ante la estructura social: La investigación en difusión:
Si un investigador, al intentar estudiar el comportamiento social de las hormigas, negara la influencia que el medio ambiente ejerce sobre ellas, sería criticado duramente por esta obvia ceguera, por la superficialidad de su óptica. Sin embargo, cuando un investigador estudia la conducta de comunicación de los humanos con una casi total despreocupación por la determinante influencia de los factores organizativos de su sociedad, pocos de sus colegas lo condenan. ¿Es realista, lógica y científica esta forma de llevar a cabo la investigación? Esta pregunta está en el meollo de las críticas que se hacen a gran parte de la investigación sobre comunicación realizada hasta ahora en Latinoamérica.
2.3.3.3. Supuestos detrás del modelo de difusión:
Uno de los modelos con el cual se efectúa investigación en comunicación es el modelo de difusión, generando además ciertos supuestos, explícitos o no, los cuales fueron hechos en y para la situación de países altamente desarrollados (como Estados Unidos) y luego se aplicaron acríticamente a las diferentes condiciones de Latinoamérica y de otros países.
Un supuesto básico del enfoque de difusión es que la comunicación por sí misma puede generar desarrollo, independientemente de las condiciones políticas y socioeconómicas. Otro es que el incremento en la producción y consumo de bienes y servicios constituye la esencia del desarrollo y que, a su debido tiempo, se derivará necesariamente de ello una distribución justa del ingreso y de las oportunidades.
Un tercer supuesto es que la clave del aumento en la productividad es la innovación tecnológica, sin tomar en cuenta a quiénes pueda beneficiar ni a quiénes pueda perjudicar.
Cuestionar el modelo de investigación de difusión implica, en este caso, desafiar las hipótesis en las cuales éste parece afincarse. Esto es precisamente lo que algunos analistas, latinoamericanos y norteamericanos , han llevado a cabo en años muy recientes, y en lo relativo a América Latina. En esencia ellos sostienen lo siguiente:
1. El cambio general de la estructura social constituye el prerrequisito básico para lograr un desarrollo auténticamente humano y democrático.
2. Los adelantos tecnológicos en los campos de la agricultura, no sólo no conducen hacia la obtención de este desarrollo, sino que incluso pueden impedirlo al fortalecer aún más a las élites conservadoras dominantes.
3. La comunicación, tal como existe en la región, no sólo es incapaz de generar desarrollo nacional, sino que a menudo actúa en su contra, de nuevo en favor de las minorías gobernantes.
4. La propia comunicación está tan sometida a los arreglos organizativos predominantes en la sociedad, que difícilmente se puede esperar que actúe independientemente como un contribuyente primordial a una amplia transformación social.
A la fecha, hay en Latinoamérica abundante substanciación empírica para la mayoría de estos argumentos.
Unos pocos investigadores han estado atentos y abiertos a críticas como las que acaban de mencionarse. Uno de ellos es Everett M. Rogers , cuya experiencia mundial en este campo ha incluido mucho trabajo en Latinoamérica.
Aceptó de buena manera -e incluso estimuló- críticas conceptuales y metodológicas al modelo de difusión. Esta circunstancia lo condujo a propiciar algunos importantes cambios recientes en varios elementos del paradigma clásico y a promover experimentos con nuevas técnicas de investigación, mediante las cuales el modelo se encajaría en una orientación más consciente de lo social, más atenta a las relaciones y más ajustada al encuentro de las causas de los fenómenos de comunicación (Rogers, 1975a).
Si los investigadores latinoamericanos de comunicación han de cambiar algún día su actividad a fin de que ésta calce mejor con sus realidades culturales, ellos deben comprender el origen del pensamiento científico foráneo que parece haber inspirado dicha actividad. Aunque, en la mayoría de los casos, tal pensamiento proviene de Estados Unidos, sería demasiado simplista explicarlo por la vía de calificarlo de «conservador» e «imperialista».
La realidad es mucho más compleja. Por ejemplo, probablemente no hay nada conspiratorio (en el aterrador sentido del Proyecto Camelot ) en cuanto a la ceguera ante los determinantes socioestructurales que evidencia la investigación de difusión. Sin embargo, como lo insinúa la historia aquella tampoco es accidental.
Primero, es importante anotar que el estudio científico de la comunicación lo iniciaron y continuaron, principalmente, investigadores que no son «comunicólogos» La ciencia de la comunicación tuvo su origen en psicólogos, sociólogos, lingüistas, antropólogos y periodistas académicos, y algún que otro economista. Todos estos profesionales introdujeron en la nueva disciplina académica las orientaciones culturales e ideológicas que iban a darle forma.
La Comunicología, hija de la Psicología y la Sociología, no podía ciertamente constituir una excepción a este esquema general. Si los individuos iban a ajustarse bien a las prescripciones sociales, los expertos en comunicación tenían que hallar aquellos rasgos de personalidad que los volvieran propensos a la persuasión. Por tanto, tuvieron que inventar estrategias de medios y mensajes capaces de producir
en los individuos los comportamientos deseados.
Así inspirada en la Psicología, la “investigación del público” nació para detectar las «motivaciones» del individuo, en especial aquéllas relativas al consumo o al voto. Bajo la influencia ulterior de la Psicología Social, la «investigación de actitudes» se convirtió en una herramienta clave para comprender qué guiaba a los individuos a aceptar o rechazar propuestas.
La “investigación de mensajes” ensayó numerosos formatos de persuasión con el objeto de dotar a los persuasores, quienes quieran que ellos fueran y cualesquiera fueran sus propósitos, con la habilidad de lograr el consentimiento de los individuos. Mientras tanto, se abandonó seriamente «la investigación de la fuente». «En resumen, no se ha estudiado sistemáticamente al comunicador en los distintos niveles de su operación, y todavía tenemos que desarrollar una teoría que permita el análisis sistemático de las decisiones del comunicador» (Halloran , 1973: 11).
Pero, después de todo, todavía pueden serlo, a pesar de los cambios drásticos que ocurrieron en el ambiente norteamericano durante la pasada década. «La investigación es una forma de control social, aunque a menudo tendemos a racionalizar nuestras intenciones en términos de aclaración, conocimiento incrementado, toma de decisiones informada, mejor comprensión, etc.
Debemos, por lo menos, estar preparados para ver la posibilidad de que la ciencia social es sólo otra unidad al servicio del sistema político económico, sea éste capitalista o socialista» (Halloran, 1973, p. 13).
2.4. Los Estudios Críticos Latinoamericanos Sobre la Comunicación:
La investigación de la comunicación en América Latina contribuyó al establecimiento de una corriente teórica propia y sirvió para desplazar la atención de los medios masivos hacia los siguientes temas: la comunicación humana, sus implicaciones filosóficas, las experiencias de comunicación popular extra-medios, la democratización de las comunicaciones y los procesos de apropiación crítica por parte de los receptores o de las mediaciones simbólicas; asimismo también mantuvo enfoques críticos frente a la escuela norteamericana y bastante cercanos a los planteamientos de los teóricos europeos.
2.4.1. La Comunicación Alternativa:
Como objeto de estudio en América Latina la comunicación alternativa se inicia en 1970, con las investigaciones de Armand Mattelart sobre las experiencias de comunicación popular, que tienen lugar en Chile durante el gobierno de Salvador Allende y que buscaban romper con el esquema rígido de comunicación vertical que otorgaba funciones prefijadas al emisor y al receptor.
La propuesta intentaba fomentar una comunicación más democrática y participativa, en la cual el receptor tuviese igualdad de condiciones y oportunidades para producir y emitir mensajes, cuestión que el autor definió con la expresión de “devolver la palabra al pueblo”.
A partir del planteamiento anterior, se esquematizó un modelo alternativo de comunicación o modelo generativo que al enfrentarse a los paradigmas clásicos, inauguró un cambio de perspectiva porque rescataba la dimensión humana del fenómeno y planteaba interrogantes en torno a las relaciones dialógicas del proceso, dejando de prestar interés a los medios (Pineda, 1986).
El modelo alternativo tuvo como base una concepción comunicacional de autores latinoamericanos como: Paulo Freire (1973) y Antonio Pasquali (1972 y 1979), quienes fundaron en la región una perspectiva teórica opuesta a la idea de que a través de los medios pueda darse la auténtica comunicación.
Por un lado, el brasileño Freire con sus análisis sobre educación y dependencia abrió el camino para entender que la comunicación dialógica es la base de la liberación del educando y por ende de la liberación cultural e ideológica (Tufte, 1996:28); por el otro, el venezolano Pasquali , con sus planteamientos filosóficos sobre la comunicación ayudó a delimitar este fenómeno como “compartir” o “poner en común”, con lo cual lo deslindó completamente de los procesos unilaterales a través de los medios masivos, denominado a éstos como de información o de difusión y reservando la comunicación a las experiencias humanas de intercambiar, compartir en igualdad de condiciones.
Indudablemente el aporte mas importante dentro del modelo alternativo de comunicación fue el planteado por los bolivianos y esquematizado por Luis Ramiro Beltrán, a continuación una fragmento importante del discurso de inauguración de la cuarta Mesa Redonda sobre Comunicación y Desarrollo organizada por el Instituto para América Latina (IPAL) en Lima, Perú, entre el 23 y el 26 de febrero de 1993, donde Luis Ramiro Beltrán explica cual fue el aporte de Latinoamérica y en especial de Bolivia a los procesos comunicacionales mundiales.
2.4.2. Comunicación para el desarrollo en Latinoamérica: (Una evaluación sucinta al cabo de cuarenta años Luis Ramiro Beltrán)
En América Latina han prevalecido tres conceptualizaciones principales respecto de la relación entre comunicación social y desarrollo nacional: "comunicación de desarrollo", "comunicación de apoyo al desarrollo" y "comunicación alternativa para el desarrollo democrático".
- La comunicación de desarrollo es la noción de que los medios masivos tienen la capacidad de crear una atmósfera pública favorable al cambio, la que se considera indispensable para la modernización de sociedades tradicionales por medio del progreso tecnológico y el crecimiento económico.
- La comunicación de apoyo al desarrollo es la noción de que la comunicación planificada y organizada -sea o no masiva- es un instrumento clave para el logro de las metas prácticas de instituciones y proyectos específicos de instituciones que propician el desarrollo.
- La comunicación alternativa para el desarrollo democrático es la noción de que, al expandir y equilibrar el acceso y la participación de la gente en el proceso de comunicación, tanto a niveles de medios masivos como a los interpersonales, el desarrollo debe asegurar, además de beneficios materiales, la justicia social, la libertad para todos y el gobierno de la mayoría.
2.4.2.1. Recorrido de la comunicación para el desarrollo:
Durante casi 45 años Latinoamérica ha sido notablemente activa, imaginativa y productiva intentando poner la comunicación al servicio del desarrollo. Empezó a utilizar la comunicación para el desarrollo mucho antes de que se hubieran propuesto teorías para ello e incluso cuando la denominación misma no existía aún.
2.4.2.2. Radio para campesinos en Colombia:
Dos de las experiencias más significativas en cuanto a comunicación para el desarrollo se iniciaron ya en 1948 en dos países de Latinoamérica, Colombia y Bolivia.
El primero en Colombia un cura párroco, Joaquín Salcedo, creó en 1948 una rudimentaria estación radiodifusora para los campesinos, Radio Sutatenza, con los modestos propósitos de ampliar la difusión de la doctrina católica y contribuir a reducir el analfabetismo dentro de su área inmediata de influencia. En pocos años, sin embargo, esta iniciativa individual evolucionó hasta convertirse en "Acción Cultural Popular" (ACPO), una de las instituciones de múltiples medios más grandes, complejas e influyentes del mundo en materia de educación no formal a distancia y desarrollo rural.
La estrategia de las "Escuelas Radiofónicas" de ACPO -que incluye la audición colectiva y el debate de programas especiales, con el apoyo de un voluntario local capacitado y de materiales impresos- pronto fue adoptada por organizaciones similares en muchos de los países de la región y con el apoyo del Estado y luego con un sustancial subsidio extranjero.
Radio Sutatenza constituyó, en su momento de auge, el primer caso exitoso de comunicación institucionalizada de apoyo al desarrollo de Latinoamérica.
2.4.2.3. Radio de trabajadores mineros de Bolivia:
En Bolivia, y también a partir de 1948 aunque cobraron plena fuerza recién desde 1952, los sindicatos de trabajadores mineros crearon varias emisoras de radio mediante contribuciones de sus magros salarios y rápidamente aprendieron a manejarlas ellos solos. A pesar de contar con equipos de transmisión rudimentarios y de corto alcance, estas estaciones de radio permitieron que aquellos trabajadores -en su mayoría ex trabajadores del agro- se convirtieran en protagonistas de la comunicación masiva.
Hasta entonces sólo habían sido receptores pasivos de mensajes generados por estaciones de radio comerciales u oficiales de las grandes ciudades, que aparte de condenar su participación en las huelgas, hacían caso omiso de su existencia.
Con estas estaciones de radio se convirtieron en participantes claves de un proceso de revolución nacionalista radical, que instauraría el voto universal, realizaría la reforma agraria y nacionalizaría la minería del estaño, de la cual dependía entonces, en gran medida, la subsistencia del país. Bajo un aire de transformaciones sociales globales hacia la democratización, los nuevos radialistas cumplían su trabajo de una forma participativa, daban a su audiencia acceso casi irrestricto a sus micrófonos, visitando las calles, los mercados, las escuelas y los campos deportivos, y el propio interior de las minas, para permitir que la gente se manifestara, expresara sus necesidades y opiniones y criticara no sólo a los funcionarios del gobierno sino a los mismo líderes sindicales y a sus estaciones de radio.
Incluso sirvieron como locales para las asambleas comunales a fin de que todas las organizaciones de base analizaran problemas de interés público, especialmente en tiempos de emergencias. Tales ocasiones no eran infrecuentes por cuanto los sindicatos de militancia política sufrían constante represión por parte de los militares, quienes a veces confiscaron, e inclusive volaron, algunas estaciones y encarcelaron o exiliaron a sus locutores y operadores.
Al trabajar de forma autofinanciada, no partidaria, autogestionaria, sin publicidad comercial y practicando verdaderamente la democracia en la comunicación, los mineros bolivianos se constituyeron, sin saberlo, en los precursores de la comunicación alternativa para el desarrollo, aproximadamente dos décadas antes de que se comenzaran a plantear las bases teóricas para ello.
2.4.2.4. El credo de la comunicación de desarrollo:
Con el auspicio de la UNESCO, el Director de Investigaciones de Comunicación de la Universidad de Stanford, el doctor Wilbur Schramm, publicó en 1964 un libro que pronto se convertiría en la Biblia universal de la comunicación para el desarrollo, abarcando tanto la problemática de la comunicación de desarrollo como la comunicación de apoyo al desarrollo. Junto con las investigaciones del Sociólogo Daniel Lerner sobre "la extinción de la sociedad tradicional" en 1958 y con contribuciones de otros estudiosos del famoso MIT2 , tales como Lucien Pye e Ithiel De Sola Pool; el libro de Schramm armó las bases teóricas para el uso de la comunicación social al servicio del desarrollo.
Por medio de estas obras fundamentales se difundió por todo el mundo la creencia en que los medios masivos de comunicación eran capaces de contribuir a que el Tercer Mundo lograra en pocas décadas lo que Occidente había hecho en siglos: evolucionar de un tradicionalismo atrasado a una próspera modernidad.
2.4.2.5. Capacitación regional y primeras investigaciones:
En la década de los 60 y 70 surgió en Ecuador una nueva institución regional orientada en principio, sólo hacia la capacitación e investigación en periodismo. Se trataba del Centro Regional de Investigación y Enseñanza en Periodismo para América Latina (CIESPAL), iniciativa ecuatoriana encabezada por el periodista Jorge Fernández, inicialmente apoyada por la UNESCO, la Organización de Estados Americanos y la Fundación Ebert de Alemania Occidental y, luego, por la Radio Nederland Internacional de Holanda.
Mediante actividades intensas y productivas, el CIESPAL se convirtió pronto en el centro de comunicación más conocido e influyente de la región, abrazó la causa de la comunicación para el desarrollo y amplió el espectro de sus servicios.
Ya en 1963 Antonio Pasquali, pionero de la investigación en comunicación en la región, había publicado en Venezuela un penetrante libro que hacía críticas a la comunicación comercial masiva en Latinoamérica y recomendaba cambios para reformularla de modo que contribuyera al desarrollo nacional democrático. La mayoría de los especialistas en comunicación no parecieron haber percibido entonces ningún problema en cuanto a aplicar la teoría general venida de ultramar a las realidades específicas de sus países.
2.4.2.6. Hacia modelos de comunicación democráticos:
El modelo de comunicación clásico -la fórmula aristotélica de Harold Lasswell- también fue cuestionado en esta década de los setenta, a principios de la cual el pedagogo católico brasileño Paulo Freire inició, desde el exilio en Chile, la difusión de sus audaces ideas sobre la educación. Al mismo tiempo que condenaba la educación tradicional "bancaria" como manipuladora para la perpetuación del status quo, proponía una "pedagogía del oprimido" para el autodescubrimiento a través del diálogo libre y la "concientización" orientada hacia la emancipación y la democracia.
Además de las críticas ya adelantadas por Antonio Pasquali a inicios de la década, el pensamiento de Freire inspiró también la revisión del modelo clásico de comunicación. Frank Gerace (EE.UU.), trabajando desde Bolivia y Perú, fue el primero en producir algunos basamentos adaptativos para un modelo de "comunicación horizontal". Juan Díaz Bordenave, Joao Bosco Pinto y Francisco Gutiérrez también estuvieron entre los primeros proponentes de aplicaciones creativas de las ideas de Freire sobre la educación a la comunicación.
Y, para mediados de la década, otros se habían unido a la búsqueda, especialmente el periodista chileno Fernando Reyes Matta. Vinculado al modelo para "otro tipo de desarrollo", propuso en detalle un modelo participativo para la "comunicación alternativa". Con ello, la práctica de la comunicación alternativa para el desarrollo democrático fue sustentada y enriquecida durante la década de los setenta, por vía de esfuerzos multiplicadores en muchas partes de la región latinoamericana.
2.4.2.7. En búsqueda de la construcción institucional:
Otra actividad importante de la década de los setenta fue la creación de algunas organizaciones regionales de profesionales de la comunicación. Una de ellas fue la Asociación Latinoamericana de Escuelas Radiofónicas (ALER) que llegó a coordinar y respaldar a unas 40 organizaciones pertinentes en alrededor de 15 países.
Otra fue la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) que decía aglutinar a millares de trabajadores de la prensa en toda región. Y una tercera, mucho más pequeña pero no menos importante, fue la Asociación Latinoamericana de Investigadores de la Comunicación (ALAIC). Las tres se unieron a la lucha por la comunicación y el desarrollo democráticos. De la misma manera aparecieron en escena con fuerza algunas instituciones nuevas, como el Instituto Latinoamericano de Estudios de las Transnacionales (ILET) que jugo un papel importante en el análisis crítico de las comunicaciones internacionales que afectaban a la región.
El ILET fue creado en México por Juan Somavía, un proponente clave de "otro tipo de desarrollo", y por Fernando Reyes Matta, un destacado teórico de la "comunicación alternativa".
2.4.2.8. La ciencia como aliado de las movilizaciones:
Hacia mediados de los años ochenta la investigación en comunicación experimentó un crecimiento muy rápido y con ciertos cambios de orientación en línea con la tendencia hacia la democratización que caracterizaba el período.
Entre los primeros contribuyentes a este movimiento estuvieron Eliseo Verón y Héctor Schmucler en Argentina, Patricio Biedma y Armand Mattelart en Chile, Oswaldo Capriles, Luis Aníbal Gómez, Eleazar Díaz Rangel, Eduardo Santoro y Elizabeth Safar en Venezuela y José Marques de Melo en Brasil. Armand Mattelart, un belga que residía en Santiago en los días de Allende, se convertiría en el autor más influyente y prolífico de ese período en el área de comunicación.
Mucha de la literatura así producida se centró en la verificación de las condiciones de fuerte dependencia de la región en cuanto a la información internacional, por una parte, y en la denuncia de la dominación cultural interna canalizada a través de los medios masivos de comunicación de propiedad privada y orientación comercial, por otra. La situación revelada desfavorecía tanto al estrato más bajo de la sociedad que los investigadores consideraron que las masas, en particular las rurales, vivían en condiciones de virtual incomunicación.
2.4.2.9. El Nuevo Orden Informativo Internacional:
En 1976 el Movimiento de los Países No Alineados proclamó su intención de promover la creación de un Nuevo Orden Informativo Internacional, que se consideraba tan necesario como el Nuevo Orden Económico Internacional ya propuesto. También logró pronto que esta propuesta fuera respaldada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, la que instruyó a la UNESCO otorgarle apoyo técnico en todas las formas posibles. Esta no fue una iniciativa latinoamericana, pero coincidió con el espíritu de los ya mencionados sucesos tendentes al cambio registrados en esta región. Por lo tanto, algunos gobiernos latinoamericanos acogieron esta idea, y algunos estudiosos participaron de encuentros internacionales, muchos de los cuales fueron organizados por la UNESCO y otros por el ILET, para analizar la naturaleza de este propuesto nuevo orden y de las estrategias deseables para su construcción.
La controversia entre los proponentes y los oponentes de esa iniciativa colocó a la comunicación en el centro de un candente conflicto y sin precedentes. A las discusiones respecto del grueso desequilibrio de los recursos de comunicación entre los países desarrollados y los no desarrollados y respecto de la libertad de información se sumó una propuesta de la Unión Soviética para una declaración de la UNESCO sobre el racismo que generó muchas tensiones entre 1972 y 1978 y que, finalmente, fue aprobada con cambios en este último año.
Buscando la conciliación, la UNESCO estableció un grupo pluralista internacional de especialistas de alto nivel para el estudio de la comunicación. Conocido por el nombre de Comisión Mac Bride, en honor a su neutral secretario general irlandés, este grupo -que incluía a dos latinoamericanos, el economista Juan Somavía y el escritor Gabriel García Márquez- trabajó bajo el fuego nutrido de los medios de comunicación. Logró, sin embargo, entregar en 1980 su visionario documento final, una cuidadosa obra de conciliación y equilibrio.
Sus propuestas principales, todas favorables a la equidad, la libertad y la democracia en la comunicación a nivel nacional e internacional, se condensaron en una recomendación aprobada por la Conferencia General de la UNESCO, llevada a cabo ese año en Belgrado. Y así finalizó la década, con una sensación de apaciguamiento.
2.4.2.10. El Dramático colapso de los años 80:
Lejos de lograr un alivio, la situación latinoamericana sufrió en los ochenta un deterioro terrible. La región sufrió la peor crisis económica desde la Gran Depresión. Las exportaciones crecieron a una tasa de menos de la mitad de la de las importaciones, limitando por tanto muy seriamente la participación de la región en el mercado mundial.
En resumen, no solamente las aspiraciones de desarrollo de la región sufrieron estancamiento, sino que la regresión generó en algunos casos un subdesarrollo aún más agudo. Y los reajustes drásticos que exigieron a los gobiernos las organizaciones financieras internacionales, fueron realizados por estos a expensas de las inversiones sociales y de la exacerbación de la pobreza para los estratos bajos de la sociedad. Pero pese a todos estos incidentes la comunicación para el desarrollo resurgió gracias al apoyo de UNICEF y de USAID.
2.4.2.11. Avances en la construcción teórica:
En otro campo de acción, la construcción teórica de modelos de comunicación democrática tuvo numerosos y talentosos contribuyentes a lo largo de los 80, que se sumaron a aquellos que iniciaron esta práctica en los setenta. Entre los últimos se destacan Máximo Simpson y María Cristina Matta, de Argentina, y Mario Kaplun, de Uruguay. Igualmente, en Perú, Rafael Roncagliolo, Juan Gargurevich, Luis Peirano y Rosa María Alfaro; en Brasil, estudiosos como Luis Gonzaga Motta y Regina Festa.
Hubo variaciones considerables de enfoque en sus propuestas y, por lo tanto, se utilizaron diversos adjetivos para caracterizar a la comunicación como "alternativa", "dialógica", "grupal", "participativa" y otros similares. Sin embargo, además de la de comunicación alternativa, surgió un enfoque que ganó prestigio en Colombia y que pronto adquirió influencia en otras partes de la región. Se trataba de la "comunicación popular", una conceptualización innovadora de Jesús Martín Barbero, quien conjuntamente con penetrantes trabajos de analistas de la "cultura popular", como Néstor García Canclini, llegaron a generar una nueva y fructífera tendencia en la investigación de la comunicación de la región.
2.4.2.12. Una palabra a favor del realismo:
En los primeros años del ejercicio profesional de los comunicadores -los cincuenta y gran parte de los sesenta- se endiosaron a los medios de comunicación masiva como capaces de hacer mucho bien al pueblo, hasta el punto de provocar la modernización de las naciones en poco tiempo y prácticamente por sí solos.
En los años posteriores del ejercicio profesional, los setenta y la primera mitad de los ochenta, se le atribuye -por el contrario- a los medios de comunicación masiva las intenciones y el poderío para ignorar las necesidades del desarrollo nacional e incluso para oponerse a ellas.
En ambos casos tendimos a exagerar el poder real de la prensa, la radio, la televisión y el cine; se inflo su capacidad de influencia para bien o para mal. Al hacer esto, se negó la teoría científica que había advertido que los medios de comunicación masiva no poseían poderes hipodérmicos para hipnotizar a las personas y someterlas por cuanto sus efectos se canalizaban, en última instancia, por medio de la comunicación interpersonal.
Investigaciones latinoamericanas recientes han abogado nuevamente a favor de reconocer el hecho de que los mensajes comunicacionales son reprocesados a través del marco cultural de los individuos. Por lo tanto no debería adoptarse una posición más realista frente a los medios de comunicación y no exigir de ellos resultados mágicos ni satanizarlos, sino más bien se debería aprender a utilizar sus virtudes para provecho del desarrollo democrático.
2.4.2.13. Apuntes para la agenda del siglo XXI:
¿Qué pueden hacer los primeros practicantes de la comunicación para el desarrollo ante la inminencia del nuevo siglo? Tal vez no mucho en cuanto a acciones. Hicieron lo mejor posible en las circunstancias cambiantes dentro de las cuales tuvieron que operar y, por tanto, probablemente no tienen que festejarse en exceso ni lamentarse en demasía por lo que hicieron o por lo que dejaron de hacer. Pueden, sin embargo, transmitir sus experiencias -buenas y malas- de manera sistemática ha quienes heredarán sus sueños y tareas en un futuro muy próximo. Y pueden ofrecerles algunos apuntes para su Agenda del siglo veintiuno por ejemplo:
1. Reunir lo mejor de la comunicación de apoyo al desarrollo, con la comunicación alternativa; no considerarlas islas grandemente separadas. Conjugar la conciencia social con la pasión por el planeamiento. Combinar las aptitudes técnicas y las percepciones políticas.
2. Dedicarse más a la edificación institucional que a operaciones de autoconsumación. Enseñar a pescar, no limitarse a regalar pescados. Persuadir a las escuelas claves de comunicación para que incluyan la comunicación para el desarrollo en sus programas. Propiciar en ellas y en otras instituciones investigaciones en comunicación dirigidas hacia el desarrollo democrático.
3. No apoyar solamente a órganos gubernamentales. Tener también fé en las pequeñas comunidades mismas. Apoyar a los sindicatos obreros, a las asociaciones campesinas y a las juntas vecinales. Trabajar también con los organismos no gubernamentales.
4. Poner énfasis prioritariamente sobre la comunicación para la salud, el saneamiento, la nutrición y la demografía. El pueblo latinoamericano debe estar sano antes de estar bien educado, cobijado o empleado.
5. Insistir en persuadir a líderes políticos y planificadores del desarrollo para que hagan uso racional de la comunicación a fin de lograr el desarrollo que le ofrecen al pueblo.
6. Multiplicar la capacitación básica en comunicación a todo nivel, incluyendo el de las universidades que forman a los futuros profesionales en salud, educación, vivienda, agricultura y planificación del desarrollo. Los especialistas en comunicación no pueden acometer solos la gigantesca labor que tienen por delante.
7. Contribuir a fortalecer las instituciones regionales de comunicación. Nuestros países necesitan ampliar la cooperación entre ellos. Ni siquiera los más grandes de ellos pueden realizar en aislamiento toda la labor que se requiere.
2.5. Balance y Perspectivas de la Investigación Comunicacional en Bolivia: (Universidad Johns Hopkins / Bolivia). Por: Luis Ramiro Beltrán
La investigación sobre comunicación es en Bolivia un fenómeno de modesta naturaleza, limitada escala y reciente data. A diferencia de lo que sucede en otros países, en el nuestro ni el sector público la fomenta ni el sector privado la demanda excepto en cuanto a ocasionales estudios de mercadeo, registros de "raitings" de medios y encuestas de opinión pública, generalmente realizadas en función de inquietudes gubernamentales y coyunturas de política electoral. Más aún, ni las universidades que cuentan con carreras de comunicación tienen todavía programas propios de investigación que puedan acoger sistemática y acumulativamente empeños indagatorios de profesores y estudiantes.
Esta actividad está, por tanto, confinada a la iniciativa individual que se da sólo muy rara vez fuera del ámbito universitario. Y en este ámbito se da para cumplir el requisito de tesis para graduación. No hay todavía catálogos que registren esas tesis, la dotación bibliográfica universitaria es magra y la disponibilidad de profesores que se especialicen en la enseñanza de la investigación científica aplicada a la comunicación es insuficiente. Y los niveles de remuneración para catedráticos son inadecuados.
Las carreras académicas están dirigidas a formar artistas de comunicación, productores de mensajes; no forman científicos de comunicación, productores de conocimientos. Sin embargo, puesto que ellas requieren tesis para graduar profesionales y dado que éstas son ejercicios de indagación científica, las universidades han tenido que ofrecer a sus estudiantes algunos cursos de metodología para ello. Infortunadamente, pareciera que, en general, ese recurso de apoyo no alcanza aún a subsanar del todo la aguda carencia de tal tipo de conocimientos, que predomina entre los estudiantes. Y ahí –en la paradoja de formar por cinco años artistas pero exigirles al final rendimientos de científicos– pueden radicar primordialmente dos problemas mayores en la actividad académica de comunicación. Por una parte, la calidad en promedio poco satisfactoria de las tesis en contenido y en método. Por otra parte, la baja cantidad de graduados en relación con el alto número de egresados.
En 1990, al hacer con Carlos Suárez y Guillermo Isaza, el primer intento de control de bibliografía de comunicación en Bolivia, identificamos ocho categorías temáticas, advertimos ciertas tendencias y carencias en los contenidos, encontramos sólo un mínimo de estudios de carácter científico y anotamos que, en general, la metodología empleada era elemental y poco rigurosa y mostraba una marcada preferencia por lo descriptivo sobre lo explicativo.
Algunas de estas anotaciones fueron corroboradas en 1992 por Erick Torrico en un primer análisis crítico específicamente referido a la investigación en comunicación en Bolivia. Este examen señaló, además, entre otras deficiencias, la ausencia de espacios institucionales dedicados específicamente a la investigación en comunicación, de personal especializado en ella, de programas de formación de investigadores, de mecanismos de consulta e intercambio y de servicios especializados en documentación sobre comunicación.
Indicaba entonces dicho investigador que en 1992 había cerca de 3.800 estudiantes en las carreras de comunicación de La Paz, Cochabamba, Oruro, Siglo XX y Santa Cruz y que el total de egresados de ellas era de 550, de los cuales sólo 70 habían culminado en la obtención del título de licenciatura y nada más que 10 hacían investigación con alguna sistematicidad.
En 1997 Torrico examinó los registros de las tesis de grado de las seis carreras de comunicación, privadas unas y estatales otras, de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz que habían conferido ya grados sobre la base de defensas de tesis realizadas a lo largo de los 18 años entre 1978 y 1996. Su análisis lo llevó a la conclusión de que la mayoría de las admitidas para el otorgamiento de grado no llegaban a satisfacer en realidad los requisitos indispensables para constituir efectiva y rigurosamente una tesis académica. Y, por último, la tesis de grado que Denisse Bellini Morales acaba de presentar para obtener la licenciatura examina las tendencias investigativas de las 36 tesis de comunicación aprobadas por una universidad privada entre 1993 y 1997. Ella confirma y ahonda observaciones críticas como las hasta aquí resumidas. Encuentra que casi en su totalidad esas tesis se limitan al nivel descriptivo y que, por tanto, hacen escasa contribución a la producción de conocimiento nuevo; que cerca de la mitad de ellas muestra como deficiencia primaria la conceptualización teórica adecuada; y que hay a menudo en varias de ellas confusión entre los marcos referencial, teórico y metodológico, así como imprecisión en el diseño y debilidad en las conclusiones.
A despecho de esta problemática de calidad, las tesis de grado universitario constituyen hoy más que nunca el eje y el grueso de la actividad de investigación en comunicación en Bolivia. Su avance en términos puramente cuantitativos ha sido de una amplitud y una celeridad sorprendentes en la presente década. Si esas tesis no alcanzaban a ser 100 en 1992, en 1996 habían llegado a 280; en 1998 la cifra saltó a 450 y el más reciente estimado de cerca de fines de 1999, la lleva cuando menos hasta 750. ¿Qué explica un crecimiento tan acelerado?
En primer lugar, el rápido aumento de carreras de comunicación, especialmente en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, la casi vertiginosa proliferación de ellas que no siempre garantiza una adecuada calidad de la enseñanza; hay a la fecha cuando menos 12, un número desproporcionado respecto de la población del país y en relación con el mercado de empleo real y potencial.
En segundo lugar, los meritorios empeños de algunas de las universidades para aumentar y mejorar los cursos y seminarios de metodología de la investigación. En tercer lugar, la rehabilitación de vastos números de antiguos egresados mediante cursillos de actualización y de aprendizaje conceptual y metodológico para hacer la tesis.
En cuarto lugar, por lo menos en un par de casos, la presión institucional a los rezagados mediante el incentivo de un cobro de sumas por semestres académicos transcurridos sin presentarse a defensa de tesis. Y en quinto lugar la instauración, en los últimos dos años, de opciones de graduación alternativas a la tesis, tales como el examen de grado y el diseño de proyecto operativo.
Estas alternativas no son de naturaleza científica, pero debieran ser tan sistemáticas, creativas y exigentes como se espera que las tesis sean. De lo contrario, de ser leves y breves en comparación con las tesis, podrían crear una indebida diferencia y hasta degenerar en un injusto e incorrecto facilitamiento de grado que podría llegar a dar por tierra con la labor de investigación académica. El riesgo de ello existe especialmente en los casos de aquellas carreras que en muchos años de existencia sólo han producido ínfimos números de licenciados y se empeñan ahora en ponerse al día deprisa.
La situación es preocupante, pero no insoluble. Afortunadamente emergen hoy en el horizonte algunas señales positivas que permiten vislumbrar con optimismo el mejoramiento de la investigación. Por ejemplo:
- Al entrar al nuevo siglo Bolivia contará con medio millar de profesionales de comunicación con grado de licenciatura, de los cuales el más alto número corresponderá a la Universidad Católica Boliviana, la decana del oficio.
- Desde hace un año los profesores de metodología de investigación en las sedes de La Paz y Cochabamba de la Universidad Católica, los docentes José Luís Aguirre y Marcelo Guardia, están realizando un promisorio ejercicio de intercambio bianual cooperativo entre sus estudiantes.
- La Universidad Andina Simón Bolívar ha logrado consolidar el primer programa de postgrado en comunicación, al que diera inicio en 1996 con énfasis en la investigación científica, y con aportes de una docena de prestigiosos comunicólogos de México, Brasil, Perú y Argentina. Ha otorgado ya diplomas a 25 personas y títulos de maestría a 7 en comunicación para el desarrollo sostenible.
Erick Torrico dirige este último, contando con el concurso temporal de sobresalientes especialistas del exterior, aporte crucial ya que el número de profesionales bolivianos con postgrado en comunicación es mínimo.
- También desde 1996 opera con razonable buen suceso, por iniciativa y con orientación del propio Torrico, el Centro Interdisciplinario Boliviano de Estudios de la Comunicación. Esta entidad privada, única en su tipo en el país, se dedica por entero a la investigación y a la documentación sobre comunicación, complementándola con capacitación y con documentación mediante una serie de valiosas publicaciones.
Un estudio del CIBEC fue financiado por el Programa de Investigación Estratégica de Bolivia, dando así un reconocimiento excepcional a este campo de investigación.
- Cuando menos dos de las universidades que habían comenzado a ofrecer alternativas de graduación a la tesis están asegurándose de la adecuación de ellas mediante reglamentos que las normen.
- En 1998 investigadores de La Paz, Cochabamba, Sucre y Santa Cruz dieron nacimiento a una Red de Grupos Temáticos de Investigación en Comunicación a semejanza de la prestigiosa INTERCOM de Brasil que fundara el distinguido investigador y docente José Marques de Melo.
- Se comienza a advertir el mejoramiento de la situación en materia de publicaciones. Hay ahora tres valiosas revistas que se ocupan de la especialidad: "Aportes", de la Universidad Privada de Santa Cruz, "Punto Cero", de la Universidad Católica-Cochabamba y "Comunicación", de un grupo privado en La Paz. Más por impulso personal que por acción institucional, está aumentando un poco el número de publicaciones de la especialidad por año. En efecto, según lo ha comprobado en un recuento el catedrático de la UMSA, Carlos Soria Galvarro, en el presente año, la década del 90 ha mostrado un apreciable incremento en el número de libros, folletos y artículos en diarios y revistas sobre la especialidad.
Parece experimentar cierto crecimiento especial el número de estudios sobre comunicación para el desarrollo. La temática tradicional de investigaciones viene cambiando al surgir estudios sobre cuestiones sociales nuevas como la ecología y la del enfoque de género. Se advierte marcada preferencia por realizar estudios de recepción y de consumo cultural bajo la inspiración de los planteamientos de ilustres teóricos latinoamericanos como Jesús Martín Barbero y Néstor García Canclini.
- Con apoyo de la Fundación Konrad Adenauer, la Universidad Católica ha establecido en La Paz una cátedra de comunicación que patrocina periódicamente debates públicos sobre temas salientes del oficio.
- Bolivia ha comenzado a proyectarse en comunicación hacia el exterior a partir de la presente década. Catedráticos y estudiantes bolivianos han asistido a varios encuentros internacionales y, a su vez, han recibido visitas de trabajo de colegas del exterior. Unos cuantos estudios bolivianos han trascendido las fronteras del país. Una tesis de grado de la Universidad Católica, la de José Luis Exeni sobre políticas públicas de comunicación, ganó un premio de la Federación Latinoamericana de Facultades y Escuelas de Comunicación.
Y también es auspicioso el hecho de que esté ya en actividad desde principios de la presente década una Asociación Nacional de Estudiantes de Comunicación.
Por todo ello hay, pues, en verdad, motivos para alentar optimismo. Estamos a tiempo para que la investigación científica sobre este oficio en nuestro país prospere y se consolide y, salvando deficiencias como las anotadas, refine su calidad sin perder el aporte de la cantidad. Para ello es, por supuesto, indispensable la voluntad de quienes dirigen la tarea en las instituciones académicas, ahora al fin felizmente asociadas para la enseñanza y la investigación.
También lo son, sin duda, la intervención de los profesores y el aporte de los investigadores independientes, así como la comprensión del Estado y la ayuda de la empresa privada. Pero la fuerza motriz primordial del mejoramiento tiene que ser el concurso talentoso y entusiasta de la juventud estudiosa que ha escogido a la comunicación -arte y ciencia- como el camino de su vida.
2.6. Mirada a la realidad de la Investigación en Comunicación en la Carrera de Comunicación Social de la UMSA: Por: Juan Carlos Cahuasa y Wendy Bejar
La Carrera de Comunicación Social de la UMSA fue fundada el 20 de agosto de 1984. El principal objetivo, dentro del área de investigación, era constituirse en el núcleo de investigación comunicacional en La Paz. (Esto según el proyecto de creación de la carrera). Se buscaba sistematizar experiencias, ordenar los resultados, priorizar las actividades productivas, de modo que el mercado profesional responda a las necesidades del cambio.
En el primer pensum de la carrera, la materia de investigación en comunicación ya existía de manera anual, pero no logró colmar las expectativas para llevar adelante la teoría a la práctica; entendida como el conocimiento de la realidad para su transformación. Esta primera aproximación, para saber la situación de la investigación de la comunicación, orienta la búsqueda de conocer cuál es su situación actual a partir de su enseñanza, los productos de investigación logrados y publicaciones realizadas, en la Carrera de Ciencias de la Comunicación Social.
Dentro del proyecto de creación de la carrera y del primer pensum figuraba la materia de investigación en comunicación, estaba dentro del área de investigaciones, la cual era anual y su estudio se lo realizaba en cuarto y quinto año de la carrera, como requisitos indispensables.
En cuanto a los productos logrados por los estudiantes egresados hasta el año 1997 y que aportaron interesantes resultados fruto de sus investigaciones, se puede mencionar a los titulados sólo en la modalidad de tesis de grado: a Marina Murillo con “El Señor de la palabra” y “El Gran Poder” y “melodrama en el programa radial La Tribuna Libre del Pueblo”, Cecilia Benavides con “el Modelo de comunicación de venta en el discurso oral de los P’ax P’akus de La Paz”, Juan A. Guzmán T. Con “el discurso del teatro popular en el proceso de retorno a la democracia” y Marcia Morales con la tesis “visión dialéctica de la comunicación de fármaco dependientes en rehabilitación”.
A nivel de docencia las publicaciones fueron reducidas y entre los publicados podemos mencionar a Erick Torrico, Carlos Echazú, Karina Herrera, Esperanza Pinto, Teodora Carrasco, Arturo Sarabia y otros.
Dentro del actual pensum, que fue modificado en 1997 en el Primer Congreso Académico de la Carrera, la materia de investigación en la comunicación está ubicada en el área de Investigación y métodos, correspondiente al cuarto año de la carrera, con el objetivo de conocer la estructura y los principios del pensamiento científico, las técnicas de investigación, para aplicarlas críticamente y generar en los estudiantes el hábito de su aplicación científica.
Otro intento interesante fue la creación del Instituto de Investigaciones en Comunicación justificada ante la ausencia de investigaciones de corto, mediano y largo alcance sobre los problemas de la comunicación social en el país.
Las resoluciones del Primer Congreso Académico de la carrera fundamentan la creación de este Instituto como una instancia estratégica de largo plazo para superar la aislada forma de planificación y ejecución de proyectos investigativos de la carrera. El proyecto de creación del Instituto de investigación en la carrera fue presentado como instrumento idóneo para desempeñarse en el campo de la comunicación, con el objetivo de asimilar crear y desarrollar la técnica mediante la investigación objetiva de la realidad para su transformación, pero que hasta la fecha aun ni siquiera ha logrado dar sus primeros pasos.
El INCOM deberá ser una entidad relativamente autónoma, regirse a las políticas generales que en su materia de investigación tiene la Universidad y por el Consejo de carrera de comunicación del cual depende. (Según el proyecto de creación de INCOM)
El Primer Congreso Académico, realizado en 1997, fue el lugar donde se discutió a fondo las nuevas tendencias, enfoques y cambios en comunicación dando lugar a un nuevo programa académico, nuevas modalidades de titulación así como importantes proyectos para la carrera. El objetivo sintetiza el modelo pedagógico que debe contemplar el “encargo social”, los logros y transformación que se desea alcanzar en el estudiante. Con respecto a los contenidos deben ser creados con motivo de lograr los objetivos, los cuales habían sido propuestos según las sugerencias de aspectos ideológicos, filosóficos y lógicos.
A raíz de la realización del primer congreso Académico se elaboró y publico por los mismos docentes el documento Programa Académico de la Carrera de Ciencias de la Comunicación Social, la cual contiene las áreas de formación del futuro profesional, los objetivos y características de los Talleres, los reglamentos de las cuatro modalidades de titulación y otros aspectos de baja relevancia.
Posterior al Primer Congreso Académico en la carrera, el nivel de productos logrados en cuanto a las cuatro modalidades de titulación como: tesis de grado, proyecto de grado, trabajo dirigido y examen de grado, el número de egresados titulados, se incrementó marcadamente a causa de distintos factores, uno de los más fundamentales fue la implementación de la modalidad del examen de grado que permitió a varios estudiantes titularse como expertos en el manejo teórico conceptual de la comunicación.
En cuanto a trabajos de investigación realizados, no se los puede identificar y mucho menos conocer públicamente, porque no han sido registradas y archivadas a excepción de las tesis elaboradas.
A once años de aplicación del primer pensum la carrera de Ciencias de la Comunicación Social, haciendo un previo análisis respecto a la situación actual, debería plantearse lo más pronto posible la realización del Segundo Congreso Académico, previa presentación y aprobación del proyecto con el objetivo de constituirse en el instrumento para transformar la universidad y ponerla al servicio de los objetivos de la autonomía y los intereses del pueblo.
Dentro de la carrera de Ciencias de la Comunicación Social, en la asignatura de Investigación de la Comunicación se presentan dificultades en la enseñanza expresada en los programas que de modo general al no ser producto de líneas compartidas tienden a presentar falencias en el ámbito de concepción; A nivel docente, si bien, ya en la práctica, cristaliza su contribución con la producción investigativa de los estudiantes, la Carrera no institucionaliza un proyecto o mecanismos de apoyo fluido en el área de Investigación en comunicación.
A esto podemos agregar diferentes obstáculos como: la falta de presupuesto para el área de investigación, las innumerables huelgas y paros desarrolladas en el transcurso de la historia académica de nuestra carrera, ya sea por el tema del presupuesto para la carrera, infraestructura, las rencillas que existen por partidos políticos inmersos dentro de la universidad, intereses personales que crean malversaciones, desfalcos y demás irregularidades.
3. Conclusión:
En este breve recorrido por la comunicación pero en especial por la investigación en la comunicación, podemos decir que la investigación en nuestra área en el siglo pasado ha sido planteada de manera mas histórica y muy descriptiva, pero a partir del surgimiento de nuevos teóricos –no necesariamente latinoamericanos– se ha podido dar un sentido más explicativo a las investigaciones y que el surgimiento de centros superiores especializados en la investigación están mejorando la metodología empleada, están generando nuevos actores en la rama de la comunicación.
Coincidimos con algunos autores que recomiendan el abordaje de lo cualitativo por encima de lo cuantitativo –con esto no queremos decir que se debe dejar aun lado el carácter cuantitativo en una investigación, mas al contrario aprovechar su carácter empírico en beneficio de un mejor análisis– para generar un mejor acercamiento a la realidad estudiada.
La investigación en comunicación debe estar orientada hacia la búsqueda de la democratización de la comunicación, con estudios críticos sobre la concentración mediática y nueva estructura informativa/comunicacional que devienen de los procesos de reestructuración del capital en Bolivia y América Latina. Además se sugiere la introducción en los talleres y materias del área, propuestas concretas para ampliar y democratizar el uso de los medios y el horizonte comunicacional en el país a partir de un diagnóstico, sistematización y propuesta.
Dentro de los aportes a la investigación encontramos nuevos productos investigativos y a actores contemporáneos el caso de Erick Torrico, Karina Herrera, Esperanza Pinto y otros, inspirados en sus antecesores mas cercanos como el Doctor Ramiro Beltrán, quienes intentan darle al país una identidad con respecto al área de la investigación en comunicación.
4. Bibliografía y fuentes de información:
1. ARNAL, Mariano, El Almanaque
2. BELTRÁN S., Luís Ramiro
Investigación sobre comunicación en América Latina. Inicio, Trascendencia y Proyección. Plural Editores/UCB. La Paz – Bolivia, 2000
3. EVERETT M. Rogers, la investigación Latinoamericana de la comunicación, Obituario (1931-2004)
4. Enciclopedia Espasa de 1932
5. FREIRE, Paulo, Pedagogía del oprimido, Brasil
6. HERNÁNDEZ, Sampieri Roberto, FERNADEZ Y BAPTISTA
Metodología de la Investigación. Editorial Mc Graw Hill. Segunda Edición. Colombia, 1990
7. HUAYHUA, Reynaldo, REVISTA AKULLIKU, 21 de Junio año 2000
8. RODA SALINAS, F. J. y BELTRÁN DE TENA,
R Información y Comunicación. Barcelona: Gustavo Gili, 1988
9. SAPERAS ENRIC, Manual Básico de la teoría de la comunicación, Pág. 95 a 97.
10. TORRICO, Villanueva Rolando Erick
La tesis en comunicación. Impreso en Artes Gráficas Latina, Segunda Edición. La Paz – Bolivia, 1997.
11. VASALLO de Lopes,1994; en Prensa, Brasil.
Revistas y publicaciones
12. Centro Interdisciplinario Boliviano de Estudios de la Comunicación (CIBEC)
1999 Comunicación y Política: Revista del 1er Encuentro Nacional de Investigación en Comunicación y el 1er Seminario Latinoamericano de Investigación en Comunicación. Artículo “Nuevas Modalidades de capacitación para futuros investigadores”, Noviembre/Diciembre. Año II N°3. Centro de Noticias e Investigaciones y el Centro Interdisciplinario Boliviano de Estudios de la Comunicación. La Paz, Bolivia.
13. PUNTO CERO
2003 Carrera de Comunicación Social. Universidad Católica Boliviana San Pablo. Número 9. Cochabamba - Bolivia
14. CHASQUI
2005 Revista Latinoamericana de Comunicación
Acerca de Suscripciones Publicidad Contacto CIESPAL
15. Archivo de Tesis, Biblioteca de Comunicación Social, presentadas hasta 1997.
16. VIDEO DOCUMENTAL
2005 Documento extraído del video documental: “La realidad de la investigación en la Carrera de Comunicación Social UMSA” Elaborado por: Juan Carlos Cahuasa y Wendy Bejar del Taller Vertical de Televisión de la docente Lic. Esperanza Pinto.
17. DISCURSO Inauguración de la IV Mesa Redonda sobre Comunicación y Desarrollo organizada por el Instituto para América Latina (IPAL) en Lima, Perú, entre el 23 y el 26 de febrero de 1993.
Entrevistas Grabadas:
18. VELARDE, Sandro, Comunicador en entrevista efectuada el año 1998 en Canal 13 TVU de La Paz
Páginas Web:
19. http:// www.ciespal.net/
20. http://www.comunica.umms.edu.bo/
Creditos:
CAHUASA, Quispe Juan Carlos, estudiante de quinto año de la materia de modalidad de titulación examen de grado, año 2008. mail: matecitodecoca@hotmail.com