La mayoría de los estudiantes de Comunicación Social de
Gabriela Gutiérrez hacía sus prácticas en una agencia de noticias cuando en el momento de redactar sus notas la atacó un sartal de preguntas. ¿Cuál es la estructura de un reportaje?, ¿cómo definir el enfoque y dónde insertar el contexto?, ¿cómo nombrar a las autoridades, las horas y las instituciones?. Tendrían que pasar seis meses para que esta joven, gracias a la ayuda de sus colegas, superara sus falencias.
“Esas dudas eran las razones para que los reportajes que enviábamos a los periódicos no se publicaran. De a poco logré tener un estilo periodístico, un enfoque adecuado y el problema se resolvió”, indica Gutiérrez, quién asegura que hasta tuvo que mandar a traer un libro desde España para despejar sus cuestiones.
Así como Gabriela, en
La situación no termina ahí, el Canal 18 (CTV), por ejemplo, recluta solamente a estudiantes de Comunicación de universidades privadas para que opten por una pasantía. Sarah Flores, egresada en 2005, tropezó con ese problema cuando se presentó en ese medio para hacer sus primeras armas. “Me dijeron que no recibían estudiantes de
Causas
De acuerdo con un sondeo de opinión realizado a universitarios de
Lo mismo opinan del taller de televisión, con el añadido de que es un lío prestarse una cámara filmadora del Ex INRA, porque este requerimiento debe hacerse a través de una carta, con días de anticipación y bajo la supervisión del docente; y, en muchos casos, ésta no puede ser utilizada fuera de la universidad.
Por eso los futuros comunicadores optan por comprar o alquilar cámaras y por aprender a manejar programas de radio y televisión a través de cursos que brindan otras instituciones y por cooperación entre amigos.
En cuanto a los docentes, los universitarios señalan que no hay el interés por la materia, que hay una falta de actualización y que no hay una coordinación de programa en cada una de ellas.
Experiencias atroces
Yeremi Miranda, egresado en 2006, se presentó a una prueba de trabajo en radio Mar Plus en junio de ese mismo año y no consiguió el empleo. “Me fue mal porque de plano me pusieron a guiar una entrevista y no supe no cómo comenzar. Luego me mandaron a cubrir y no conseguí la fuente que me dijeron. Lo peor fue cuando al momento del noticiero, no hubo tiempo de redactar la noticia y hable de memoria y… me rayé”.
Asimismo, Juan Chávez, que ingresó en 2003, asegura que abandonó
Con todo, el problema no sólo lo padece
Para Marcos Aruquipa, que trabajó en la Agencia Boliviana de Información (ABI), el elemento principal que define si una noticia se publica o no radica en el enfoque. “Y eso no te lo enseñan en el aula, yo lo aprendí de mis compañeros y principalmente de mis editores”, afirma.
Navia, asimismo, aconseja que la lectura es un recurso fundamental cuando se sale de la universidad. Él, principalmente, recomienda leer los textos de Rizard Kapuchinsky. En la misma línea, Gróver Cardozo, director de ABI, aconseja tener a mano siempre un libro de estilo.
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