miércoles, 7 de octubre de 2009

Periodistas que tropiezan

Texto: Wilfredo Jordan

La mayoría de los estudiantes de Comunicación Social de la UMSA cuestionan la formación universitaria porque cuando ingresan a trabajar en un medio, su preparación no es la esperada. Ellos superan sus fallas acudiendo a sus colegas, libros e Internet. Asimismo, aseguran que varios de los que ejercen la profesión no son periodistas ni comunicadores.


Gabriela Gutiérrez hacía sus prácticas en una agencia de noticias cuando en el momento de redactar sus notas la atacó un sartal de preguntas. ¿Cuál es la estructura de un reportaje?, ¿cómo definir el enfoque y dónde insertar el contexto?, ¿cómo nombrar a las autoridades, las horas y las instituciones?. Tendrían que pasar seis meses para que esta joven, gracias a la ayuda de sus colegas, superara sus falencias.

“Esas dudas eran las razones para que los reportajes que enviábamos a los periódicos no se publicaran. De a poco logré tener un estilo periodístico, un enfoque adecuado y el problema se resolvió”, indica Gutiérrez, quién asegura que hasta tuvo que mandar a traer un libro desde España para despejar sus cuestiones.

Así como Gabriela, en la Carrera de Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) existen muchos casos en los que los estudiantes dudan de sus conocimientos cuando se desenvuelven en el terreno profesional y buscan completar su aprendizaje fuera del aula, aunque valiéndose de otros medios como los libros, Internet, y la ayuda de colegas.

La situación no termina ahí, el Canal 18 (CTV), por ejemplo, recluta solamente a estudiantes de Comunicación de universidades privadas para que opten por una pasantía. Sarah Flores, egresada en 2005, tropezó con ese problema cuando se presentó en ese medio para hacer sus primeras armas. “Me dijeron que no recibían estudiantes de la UMSA. De todas maneras dejé mi currículum y hasta ahora no me llamaron”, señala.

Causas

De acuerdo con un sondeo de opinión realizado a universitarios de la Carrera, Comunicación Social no brinda los conocimientos y las destrezas necesarias para desarrollar un trabajo profesional. Tan sólo dos de 20 consultados dijeron lo contrario. Y las razones, según los estudiantes, radican en la falta de equipamiento e infraestructura en las materias, talleres y seminarios, y la preparación e interés de los docentes.

“En el taller de radio no nos enseñan a manejar programas de edición como Sound Forge, ni siquiera tenemos una radio propia”, indica Germán Quispe, que cursa el tercer año en esta Carrera.

Lo mismo opinan del taller de televisión, con el añadido de que es un lío prestarse una cámara filmadora del Ex INRA, porque este requerimiento debe hacerse a través de una carta, con días de anticipación y bajo la supervisión del docente; y, en muchos casos, ésta no puede ser utilizada fuera de la universidad.

Por eso los futuros comunicadores optan por comprar o alquilar cámaras y por aprender a manejar programas de radio y televisión a través de cursos que brindan otras instituciones y por cooperación entre amigos.

En cuanto a los docentes, los universitarios señalan que no hay el interés por la materia, que hay una falta de actualización y que no hay una coordinación de programa en cada una de ellas.

Experiencias atroces

Yeremi Miranda, egresado en 2006, se presentó a una prueba de trabajo en radio Mar Plus en junio de ese mismo año y no consiguió el empleo. “Me fue mal porque de plano me pusieron a guiar una entrevista y no supe no cómo comenzar. Luego me mandaron a cubrir y no conseguí la fuente que me dijeron. Lo peor fue cuando al momento del noticiero, no hubo tiempo de redactar la noticia y hable de memoria y… me rayé”.

Asimismo, Juan Chávez, que ingresó en 2003, asegura que abandonó la Carrera de Comunicación Social porque, tras su experiencia en Radio Compañera, comprobó que muchos empleados de esa emisora no son comunicadores y porque “lo que se aprende en el medio, no lo enseñan en las aulas”.

Consejos

Con todo, el problema no sólo lo padece la UMSA. Roberto Navia, periodista y premio Ortega y Gasset de Periodismo de Investigación 2007, afirma que el verdadero oficio no se aprende en la universidad, sino en la calle. “La universidad de brinda algunas pautas, pero donde se aprende el verdadero oficio es cuando uno se enfrenta con la noticia”, sostiene.

Para Marcos Aruquipa, que trabajó en la Agencia Boliviana de Información (ABI), el elemento principal que define si una noticia se publica o no radica en el enfoque. “Y eso no te lo enseñan en el aula, yo lo aprendí de mis compañeros y principalmente de mis editores”, afirma.

Navia, asimismo, aconseja que la lectura es un recurso fundamental cuando se sale de la universidad. Él, principalmente, recomienda leer los textos de Rizard Kapuchinsky. En la misma línea, Gróver Cardozo, director de ABI, aconseja tener a mano siempre un libro de estilo.

Por último, cuando no se cuenta con estos recursos, se puede recurrir a las páginas de Internet. Cómo lo hizo Gabriela. “En la actualidad hay muchos recursos en línea. Yo conozco la revista Donde dice, que enseña pautas de redacción útiles y se puede descargar gratuitamente, así que no hay excusas más que la voluntad de aprender., concluye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario